Por Thiago "Barbosa Osvaldo"
06/12/2024
Terror Revolucionário y Xarope (Formosa/GO), junto a amigos de Phrenesy que solo tocarían dos noches. Meses de preparación para este mini tour, con toda la logística de ajuste de fechas, búsqueda de pasajes, equipaje, alojamiento, transporte. En fin, todo listo. Nos reunimos en el aeropuerto muy temprano el viernes. Un primer encuentro entre las bandas tuvo lugar en septiembre en un show en el Espaço Galleria de Conic, en una gran noche, por cierto. Veto y Pomper son amigos desde hace mucho tiempo y se juntaron con Pii (bajista), un tipo realmente agradable, y formaron Xarope.
Fellipe CDC aprovechó para repartir panfletos en el interior del avión. La idea era llegar temprano a São Paulo para disfrutar del día. No fue posible acomodar a todas las bandas en un mismo espacio, por lo que cada una se dirigió a una esquina. Sólo una súper bolsa para llevar toda nuestra basura. Terror Revolucionario tuvo lugar en la Sinfonia de Cães, asociación cultural dirigida por el matrimonio Renato (Vazio) y Rafa (Tracoma). Fuimos muy bien recibidos en este lugar realmente genial. Acompañados del perro Saski, nos mostraron las instalaciones de la casa, que cuenta con un estudio para ensayos y grabaciones, una cocina, y al fondo la habitación con literas con capacidad para 5 personas, donde hay dos baños cercanos. . Compartimos habitación con un italiano llamado Bonny Jack, un artista de una sola banda de Roma. La pobre debió sufrir con nosotros llegando de madrugada, haciendo ruido, moviendo mochilas. Nos sentimos como en casa en Sinfonia de Cães y los anfitriones fueron maravillosos con nosotros. Syrup se detuvo allí para dejar sus mochilas mientras esperaba para registrarse en su albergue.
Aprovechamos el tiempo libre y fuimos a visitar el bar La Borratxeria, que se encuentra en Pinheiros. Recorrido de unos 7 km, pero duró unos 45 minutos. Maldito tráfico en esta ciudad. Allí estaba Jão RDP, uno de los dueños del local (como a él le gusta llamarlo). Bar muy popular, estaba lleno y costó un poco encontrar una mesa grande para acomodar a todos. También fueron Xupita, Josefeio y Fabricera de Phrenesy. Secamos el caldo de cerveza Cusqueña en sitio. Vale, tampoco fueron muchos. La carne en la casa está poco hecha y no hay conversación. Están orgullosos de este y otros malos tratos a sus clientes, como lo demuestran las impresiones de denuncia colocadas en el baño. Pero todo eso es una mierda, el trato fue realmente bueno. Fuimos nosotros los que llegamos hablando fuerte, riendo y haciendo un desastre. Menú de carnes, hamburguesas, choripan, empanadas y cervezas. ¡Es jodidamente caro! Estaba delicioso, vale la pena probarlo. A Jão le pareció genial la invasión de Candanga y Goiás a su bar. Intercambiamos ideas, tomamos fotos. A la salida fuimos a ver el pico de La Iglesia, que forma parte del pueblo de Borratxeria. Estaba cerrado, sólo supimos dónde estaba y cómo se veía desde fuera. Se encuentra en un parking privado, a unos 50 m de Borratxeria.
Después dimos ese clásico paseo por las galerías rock y nova barão, por supuesto. Cosa rápida. Pasamos por el Consulado do Rock para hablar con Lauro, en la 255 para ver a Ailton, quien nos dio volantes y carteles para el show del domingo. The Scream Discos de Alemão y Simone. En la galería New Baron, una breve parada en Sub Discos de Kalota y Mateus Mondini, y Extreme Noise Discos de Marcelo y Ana. Un café expreso para animar los cuerpos cansados. En el aeropuerto y en todos los lugares a los que íbamos, lo que más vimos fue gente con camisetas de Iron Maiden, que estaban tocando este viernes y sábado. Acordamos parar todo a las 6pm y regresar al hostel, y descansar para el show que comenzaría muy tarde. Ese intento de tomar una siesta hasta las 22 y partir hacia Cafundó. En el camino, nuestro uber recorrió unos metros y en una bajada chocó fuerte que astilló el parachoques del auto. Esta pérdida hirió el alma del conductor, quien se quedó quejándose del auto lleno y del equipaje. Ese silencio en el auto.
Llegamos a Cafundó, lugar donde Samuel realizó este show para nuestras bandas. La dirección es en Faria Lima, al lado de la estación del metro, y solo hay una puerta de ingreso sin información de ubicación, con un pasillo. Al ingresar hay poca iluminación y se pasa por varios ambientes. Se deben caminar unos 150 metros hacia el interior, pasando por salas, pasillos, la sala donde tocan las bandas y más atrás, un cuarto oscuro que sirve de soporte a las bandas para guardar sus equipos. Encontré a Renato DER en una de esas habitaciones. Samuel fue muy firme e hizo todo lo posible para brindar lo mejor a todos. Alquiló unos amplificadores mejores para sustituir las cajas de cerillas que tenía en el lugar, como él mismo dice. Gustave (baterista de Pöstvmö y también de Malditos Jovens do Reggae) preparó un guiso de soya, con un condimento delicioso, al estilo de la carne molida, y bolsas con mucho pan para la banda y el personal de producción. Fue demasiado bueno. Hacía años que no probaba este clásico pan de soja.
23:30 h. Empieza a sonar Pöstvmö. Ya tenía una buena galería. Marco Porcão en la zona. Amigos del DF Juratel, Simone, Juliano PCO que vive en SP desde hace años, Jackie Xupita, todos estuvieron ahí y marcaron la diferencia en esta gran noche. El sonido de Pöstvmö es una corteza ennegrecida, con la voz de Geraldine, el bajo de Debie, Gustave a la batería y Samuel, el presentador de la noche, a la guitarra. ¡Maldito espectáculo! Impresionante presencia de toda la banda, especialmente Samuel poniendo los ojos en blanco. Todo lo que se podía ver era cabello negro y ojos blancos. Fue una jodida agonía, sentí que nunca iba a volver a la normalidad. En 2025 jugarán en el DF. ¡Conéctate!
Era pasada la medianoche cuando Xarope se preparó para tocar. Espectáculo divertido, violencia de poder loca, su debut en SP. Nuestra querida amiga Bajull y su compañero Guilherme estuvieron grabando con fotos y vídeos. Los chicos de Hellconfesso (Manaus/AM) llegaron directamente desde el aeropuerto. Había un japonés muy loco e irritado, que como dicen en el Sector “O”, estaba “en esa cuestión”, gesticulando, sin decir nada en su propio dialecto. Por supuesto, me hice una foto con él. Lo imaginamos cantando en una banda loca como Gauze. Syrup dejó una excelente impresión entre el público presente. 25 minutos de sonido.
Puedo decir que tocamos dos shows el sábado y este fue el primero. Terror revolucionario por octava vez en SP, lo cual no significa nada. Ajustamos nuestros instrumentos, e hicimos nuestros sonidos ásperos y nada suaves para aquellos que podían soportar quedarse en el lugar. Los amigos de Frenesy dieron esa fuerza a la agitación. Micael Hellconfesso hizo grandes discos. Nuestra mercancía se vendió bien y el lugar fue ocupado por varias criaturas de la noche. Conocí a Paulo, recto, gran fanático del Possuído de Cão.
En algún lugar dentro de Cafundó había karaoke. Los baños ya estaban podridos, recordando la escena de la película Saw. De hecho, cualquier ambiente de Cafundó era propicio para tener un rodaje de la citada producción cinematográfica. Después de todo, allí no había un prostíbulo. Phrenesy tocó para el público ya cansado, pero todavía estaban muy emocionados y felices de estar allí. Fueron grandes compañeros en este viaje. Fabricera toca absurdamente y con la mayor soltura del mundo, en su guitarra estratocaster Giannini con palanca.
Algunas personas no podían soportar la fuerte sacudida de la noche y ya se inclinaban en cualquier rincón para drogarse. Juliano Osvaldo PCO ya había mordido a la mula. Rosângela, una amiga gótica que nos recibió a Totó y a mí en 2001, también estaba allí. Plague Rages ya había sido cancelada. Correspondió a los camaradas de Hellconfesso cerrar el evento. Grindcore crudo, un sonido pegado al otro. No conocía la banda. Fue genial encontrarme con los chicos y jugar juntos los días siguientes. Eran más de las 3 de la madrugada, el cansancio golpeaba fuerte nuestros cuerpos. Llegó el momento de despedirse de la multitud, tomar algunas fotos y buscar un Uber para regresar al espacio Sinfonia de Cães.
Traducido al español por: Carmelita Contreras
Fuente: Eduardo Doi / Barbosa
Comentários