REYLOBO es una banda de heavy metal de Murcia (España).
Fundada en 2019 por el guitarrista y compositor Pedro Gallego y el letrista y cantante Nacho Fernández, la formación actual está completada con Wenceslao Miralles al bajo, Guillermo Barranco (Momo) a la batería y Miguel Torralba a los teclados. Su primer álbum El Octavo Pecado fue producido por Alberto Rionda (Avalanch, Alquimia, Eterna) y publicado por Duque Producciones en marzo de 2021, alcanzando gran difusión en medios especializados con el single Las Águilas Blancas y contando con colaboraciones de primer nivel como el propio Alberto Rionda, Manuel Ramil (Avalanch, Adventus, Alderaan, Delalma, ex- Mago de Oz, Ex- Warcry) en los teclados e Isra Ramos (Amadeüs, Gräce) en las voces del tema Dogma.
Tras una exitosa pero breve gira de presentación, por la realidad pandémica de aquel momento, REYLOBO se sumergió en la composición de su segundo álbum Infinito, producido igualmente por Alberto Rionda y con fecha de lanzamiento el 13 de abril de 2023, álbum publicado por Maldito Records.
De forma previa se han estrenado tres sencillos: Valeria, una canción muy especial al estar dedicada a la memoria de la hija de Momo; Hidalgo, con la colaboración especial de Miguel Ángel Franco (Saurom); y El Hambre, con Leo Jiménez (Leo Jimenez, Stravaganzza).
Estos estrenos han catapultado a la banda a ser, entre los grupos de Heavy Metal de la Región de Murcia, el más escuchado en Spotify en el mes de abril, con más de 13k oyentes.
Infinito es la historia del Hijo de las Estrellas, y cómo ascendió más allá de la humanidad en busca de una realidad que le permitiera volver a abrazar a la persona que perdió.
Es un camino a través del duelo. Un viaje entre universos, enfrentando a su adversario para descubrir la verdad.
Tracklist:
Lux Aeterna
Hijo De Las Estrellas
Hidalgo
El Hambre
Duelo
En Las Fauces Del Lobo
Valeria
Un Reflejo De Mí
Universo
La Escalera De La Creación
El Adversario
El nuevo trabajo de la banda Reylobo lleva por título "Infinito",es más que prometedor, a la altura de los mejores álbumes de heavy metal de los últimos años.
Este trabajo nos muestra un total de 11 temas, en cuanto al sonido, convirtiendo en reconocible cada uno de ellos. La producción, generosa en cuanto a lo minucioso de cada detalle es otro factor que brinda la sensación de enormidad en éste nuevo trabajo.
Reylobo vuelven al ruedo con unas expectativas difíciles de superar, en el que una vez más son capaces de mantener unas señas de identidad claras y reconocibles basadas en mezclar diferentes elementos para obtener un concepto diferente a las propuestas actuales en el mundo del metal.
Riff potentes, de los que te hace mover la cabeza. Hay estribillos se quedan rápido en la cabeza, mientras las guitarras recrean a la perfección una atmósfera brutal, combinando la potencia con las melodías armonizadas.
Durante la escucha hay momentos para experimentar sentir calma, solos de guitarras evocadores que son capaces de bajar la intensidad del álbum.
Reylobo se esfuerza por transportar al oyente y evocar sentimientos.
El trabajo vocal es más limpio, recitados, susurrados, quietud, calma; otras, dejan salir la furia.
La banda va dejando crecer su dulzura, su cautivadora parsimonia sonora a la que le van añadiendo intensidad para llegar a ese punto intenso y voraz en el que la voces más desgarradoras se mecen con las suaves sin chasquidos ni roces tensos.
Que la banda ha propuesto un trabajo milimétrico y muy cuidado se ve ya desde el diseño de portada, con una imagen que define perfectamente lo que guarda dentro. Y aquello que esconde no es más que una explosión de rabia y enfado con casi todas las cosas, y unas ganas especialmente grandes de sacarlo fuera a base de gritos, guitarrazos y una cantidad considerable de energía, con una batería completamente atronadora, evitando cualquier tipo de duda.
Las demás las colaboraciones tampoco desmerecen, poniendo su granito de arena.
Un trabajo que abre nuevos horizontes para Reylobo, además de señalar una incógnita de hacia dónde se dirigirán en sus próximas obras.
Gracias a la versatilidad de sus miembros, es un todo que une sonido e imagen, del mismo modo que más cierto es que en este caso, Reylobo es un todo con entidad propia que se puede apreciar tan solo (¿tan solo?) escuchándolo.
Fuente: Carmelita Contreras
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