La historia de la banda O Maldito tiene sus raíces en Curitiba (PR), donde fue fundada en 2017. El trío inicial, compuesto por Rubão (voz/bajo), Korea (batería) y Jefferson (guitarra), surgió como una evolución de un proyecto anterior iniciado en 2006.
Con el tiempo, se experimentaron varios cambios en la formación y direcciones, incluidas incursiones en repertorios de versiones de canciones. La entrada de Toni como segundo guitarrista marcó un punto crucial en la trayectoria de la banda, consolidando el estilo y definiendo el concepto central.
La propuesta musical de O Maldito se construye sobre tres pilares fundamentales: riffs impactantes, letras impregnadas de poesía maldita y un sonido lleno de peso.
La estética de la banda se desarrolla a partir de diversas referencias sonoras y variadas inspiraciones literarias, buscando siempre una identidad contundente y anárquica. Con sarcasmo, ironía y un ambiente de "crónica urbana".
En 2018, O Maldito lanzó el sencillo y vídeo musical "Nemesis", un presagio de lo que estaba por venir.
O Maldito es una de esas bandas, tan peculiares, tan personales y tan excepcionales que merecen todo el espacio que se les pueda dedicar en cualquier publicación que esté atento a esos guiños y a esos destellos que se producen desde los puntos más profundos del metal en todas sus versiones.
O Maldito son uno de esos grupos revolucionarios que han dejado una marca indeleble en la escena musical. Su álbum no solo es un título intrigante, sino que también es una muestra deslumbrante de su genio musical y su irreverencia.
No hay que olvidar que nos encontramos ante un disco debut, y puede que el sonido de la banda termine derivando hacia alguna de las muchas sonoridades que tocan, pero a día de hoy pueden sacar pecho de haber lanzado un trabajo con una madurez y una confianza en su sonido característico que muchas bandas más veteranas sin duda envidiarían.
Desde el momento en que se presiona el play, este álbum es una ráfaga de energía contagiosa que atrapa a los oyentes y los lanza a un torbellino de emociones.
La lírica rebelde y provocadora es un recordatorio de que O Maldito no temen romper las reglas y proclamar su dominio musical.
La gran elección sorpresa en este trabajo es que encaja perfectamente con la temática de la banda.
"Circo Armado", por ejemplo, es una crítica a la eterna e inmutable situación del país, donde perpetuamos los mismos errores desde el Brasil colonial.
“Maldito” aborda el “yo interior” y los secretos del subconsciente humano.
“Ao Sul de Lugar Nenhum”, inspirada en Charles Bukowski, explora el nihilismo y la desesperanza.
“Demonofagia” reflexiona sobre la contradicción humana y la angustia de la existencia, inspirada en un discurso de Antônio Abujamra.
“Sangría” destila ironía y sarcasmo al criticar a los mercaderes de la fe. El tema
“Versos Íntimos”, a su vez, es una adaptación del poema de Augusto dos Anjos, icono de la literatura brasileña.
“Inês É Morta” analiza la inclinación humana a la violencia y la imposición de la realidad a la esperanza.
“Navalha na Carne” aborda la indiferencia urbana, inspirada en Machado de Assis mientras que “Soco na Cara” presenta la condición humana, llena de abusos cíclicos.
Finalmente, “Semper Vai Háver” confronta la noción de un mundo idealizado, criticando la superficialidad de la vida cotidiana.
La buena acogida de los primeros singles “Sangria” y “Versos Íntimos”, de la banda curitibana de groove/metal moderno.
Su concepción de este estilo traspasa fronteras, rompe cadenas y derriba muros, mucho más de lo que ya se está haciendo en esta vertiente del metal, un juicio muy personal mío.
O Maldito lanzó, el 30 de junio, su álbum debut homónimo, producido por Marcelo Gelbcke (Icon of Sin, Landfall, Stormwarning).
El álbum tiene 10 temas cantados en portugués y aborda diferentes temas como mencionábamos antes al estilo de la “crónica urbana”, como la política, la filosofía, el existencialismo y la crítica social, siempre con un toque de ironía y sarcasmo en las letras y muchos riffs de guitarra pesados.
O Maldito siempre tuvo como prioridad sus propias composiciones. Sonido denso con letras que retratan la naturaleza del ser humano, los conflictos existenciales, la exposición de la hipocresía y el odio son las características de estas composiciones viscerales.
El álbum plantea temas espinosos que a menudo no se discuten en la sociedad.
O Maldito cuenta con los músicos Rubão (vocalista, bajista), Jefferson (guitarra), Toni (guitarra) y Koreia (batería).
Con el guión bien estudiado, aunque mínimas, se permiten algunas variaciones, como la oscura atmósfera y el metal/ groove que posee , o los temas en los que Rubão cambia ligeramente el tratamiento de su voz.
El asunto es que los riffs arrolladores de esta banda dan pasos demoledores como una avalancha infinita que atrapa a todo lo que se le atraviesa a la velocidad de un rayo. A medida que las guitarras van aumentando de velocidad y relinchan, el baterista Koreia suministra un asalto rítmico a toda velocidad para los versos de cada pista y todo pareciera pasar muy rápido.
Las atmosferas y los ecos no se queman y no se entrometen cuando no se deben hacer, con sus efectos, pero no tanto como para abusar de la banda y del disco por completo, la batería es etérea pero muy bien pronunciada, y el bajo es puntual cuando es necesario, algo que siempre debe valorarse.
Las guitarras suenan genial, y ofrecen variedad de sonidos y registros.
En general la producción y masterización del disco está muy bien conseguido.
Grupo para tener en cuenta y seguir de cerca. Como siempre el público tiene la última palabra. En un país en el que la escena está secuestrada por las bandas clásicas, bandas como esta tienen mayor dificultad para emerger y darse a conocer de forma amplia. También influye, y mucho, que la industria busque un beneficio seguro. Morir o vivir, eso sí, con frescura.
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Fuente: Carmelita Contreras
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